martes, 25 de noviembre de 2014

La liberación femenina a través del látex de un condón

Empiezo por hacer una simple y básica pregunta: ¿Es normal que una mujer cargue un preservativo en su cartera, tal y como fuera su brillo labial?, personalmente pensaría que sí, no le veo ningún misterio ni tabú al tema, es mas, creo que ya es tan común ese fenómeno, pues en la actualidad las mujeres hemos decidido ser quienes tomemos las riendas de nuestra propia vida sexual. 

Aunque puede que el tema yo no lo considere tabú, sí soy consciente que en la actualidad, todavía hay mucha mojigatería en el aire. Para nadie es un secreto, que entre las mujeres es mucho más fácil hablar de sexo, pues somos más abiertas al tema, lo tratamos sin tapujos, sin temores; somos descriptivas en los detalles, llegando a ser hasta un poco morbosas en nuestras conversaciones; sin embargo, cuando el tema es tratado frente al género masculino, la mayoría de las veces aparece la doble moral, ese silencio incomodo que logra evadir el tema, para evitar de esa manera el cliché de la "chica fácil".  

Mientras viví en Buenos Aires, les pregunté a varios amigos sobre el tema; pues allí era muy común ver a las chicas siempre cargar con su kit personal, el cual estaba guardado en una carterita pequeña en donde siempre había un par de condones, pues nunca se sabia en que podía parar una buena noche de fiesta. El resultado a esa simple pregunta a mis amigos hombre y algunas mujeres también, fue muy variado; pero la gran mayoría de los hombres no le veían problema al asunto, pues entendían que el sexo es algo que compete a las dos personas que están participando del encuentro y que es completamente válido que las mujeres carguen el preservativo y exijan su uso; pero del otro lado tanto hombre como mujeres mostraron su lado "conservador" aduciendo que ese tipo de actitudes llevar a concluir que una mujer que lleve dentro de su bolso o que en su mesa de noche tenga siempre un condón, es una "chica fácil", pues esa actitud demuestra que es una mujer que sólo piensa y desea encuentros sexuales.  

Yo por mi parte, defiendo esta iniciativa, la veo como algo muy normal, pues parto de la premisa que si una mujer toma pastillas anticonceptivas como un mecanismo de protección personal y sexual, porqué no podría entonces cargar un preservativo en su cartera o tenerlo guardado en su cajonera, como un método de prevención frente al contagio de la ETS. No creo entonces que aquellas mujeres que decidan cargar con un condón al alcance de su mano sean “chicas fáciles”, por el contrario yo las considero mujeres maduras, responsables y respetuosas de sí mismas y de su pareja; es mas yo hago parte de ese grupo de mujeres que compran pastillas anticonceptivas no como un método de planificación familiar, sino también que lo hago por un tema de salud y por lo mismo compro condones en el mercado, para tenerlos al alcance de mi mano en caso de necesitarlos.
Soy de las que piensa que una mujer precavida vale por dos, no le veo ningún problema a que las mujeres vayamos al supermercado o farmacia y compremos unos condones normales, tal como si estuviéramos comprando una caja de chicles, o un brillo labial; para mi son elementos de venta libre, entonces yo porque no los puedo comprar y cargar en mi cartera o guardar en mi cajonera. 

No le encuentro problema alguno a esa decisión e iniciativa de protegerme en mi vida sexual, por el contrario defiendo a aquellas mujeres de armas tomar, que participan activamente en las decisiones que conciernen al sexo y que por ello deciden protegerse y cuidarse a si mismas y a su pareja.

viernes, 5 de septiembre de 2014

ARRIBA EL SOL, ABAJO EL DESEO DE DONDE ESTÁ TU ALMA

Una nueva edición de una nota que escribí tiempo atrás, en razón de la partida de uno de los más grandes iconos del Rock en Español: GUSTAVO ADRIÁN CERATI, quien falleció en la ciudad de Bs As, Argentina el 04/09/2014.

Eran casi 40 cigarrillos diarios, una negación constante de la edad, obsesión compulsiva por los detalles y un pasado cargado de excesos, son los rasgos que más salen a relucir en las descripciones que existen de Cerati; pero en público, siempre quiso y logró cultivar una imagen más tenue y menos reprochable.
Por Carolina Martínez.

“Súper cerebro”, era el apodo que él mismo se puso, pues con ese nombre emulaba a aquel personaje que inventó cuando aún era un niño; su poder era ese, el cerebro.

Pasaron más de 40 años y ocurrieron muchas cosas, aún hoy, mientras era alumbrado por unas cuantas lámparas, el recuerdo de aquel súper cerebro, terminó con una feroz ironía, pues desde el pasado 15 de mayo de 2010, Cerati sufrió un accidente cerebro vascular; que lo convirtió en aquello a lo cual siempre le tuvo miedo: un cuerpo y una mente totalmente en “blanco”.

¿Cómo llegó Gustavo Cerati a este estado vegetativo? ¿Qué tipo de vida llevaba la noche en la que sufrió el ACV? En las varias salidas que Cerati tuvo en Venezuela, último país de que visito, se logró evidenciar las exigencias propia de una gira de conciertos; exigencias que iban más allá del estrés laboral y del agotamiento físico; pues todos sus vicios se condensaron en un solo lugar, su cerebro, generando así un accidente cerebro vascular que lo dejó en coma.

Durante los 80´s, cuando aún se vivía una fría y agría dictadura en Argentina, surgió Soda Stereo, un grupo que traía una propuesta renovada de Rock en español, obviamente llena de excesos, que en sí fueron los que empezaron a causarle variados problemas de salud a Cerati, que lo llevaron a convertirse en una persona ansiosa e hipertensa. Parafraseando entonces al mismo Gustavo, en una de sus tantas entrevistas para la Revista Rolling Stone de Argentina, se sobre entiende que los excesos y los límites eran algo ya algo cotidiano: “A lo largo de los años he jugado con el abuso y con la constricción en varias oportunidades, sucede que algunos hemos tenido mejores niveles de alarma".

La vida o el destino, qué se yo, le pusieron a Gustavo varios avisos de que algo iba mal; uno de ellos se presentó durante la grabación del disco Signos, pues el nivel de adrenalina que le producía su nuevo estilo de vida, sólo podía ser sobre llevado con unos cuantos pases de cocaína, produciendo esto un gran agotamiento físico, que lo obligó a internarse en un hospital y presentar desde el estrellado de su banda Soda Stereo. Este primer encuentro con la muerte fue vencido en franca lid por Cerati, y casi nadie se enteró, pues gracias a la majestuosidad con la que él cultivaba su imagen.  
El recorrido entre los excesos, hospitales y nuevamente los excesos, fue repetitivo, no se sabe exactamente cuántas visitas tuvo que hacer a los centros de salud para ser atendido por sus altibajos, sin embargo uno de los hechos que más se recuerda, fue aquel que sucedió en el 2006, cuando ya era solista y tenía casi 40 años; un cigarrillo le produjo una tromboflebitis que lo llevó a terapia intensiva, circunstancia que lo obligó a dejar de lado a su amigo el tabaco por un buen tiempo.
El estrés que le producían sus largas jornadas de grabación y sus grandes insomnios creativos, Cerati volvió a entablar relaciones con el cigarrillo, pero esta vez aumentando a casi dos o más cajetillas por día. Este reiterado exceso era el que escondía la ansiedad producida por ese perfeccionismo que manejaba Gustavo en el estudio de grabación y en la puesta en escena; perfeccionismo que lo mostraba como un grande, pues con cada nuevo trabajo musical, lograba cautivar y satisfacer los deseos de sus seguidores, su más preciado tesoro.

Por más que Gustavo fuese considerado como un artista que se creó entre las giras, tal y como lo define Ernesto Martelli, éste seguía siendo un ser humano de carne y hueso, que en algún momento se iba a explotar de tanta adrenalina. Con Soda Stereo tuvo sus primeros excesos al ser considerado un hit en menos de un año, lo que lo llevo entonces a refugiarse en esos focos “peligrosos” que más de una vez le pusieron polo a tierra, pero que nunca recibieron la suficiente atención.   

Ese hit en tan corto tiempo, se le deben de sumar los triunfos discográficos, los cuales fueron apabullantes, ya que logró editar 15 discos con Soda Stereo, cuatro más con diferentes músicos, grabó 35 videoclips y editó 6 DVD’S, ganó 52 premios y siempre vivió de gira; además como todo buen artista, siempre tuvo a las mujeres más hermosas a sus pies, cometió grandes locuras como tirar un bidet desde la ventana de un hotel, como todo un acto de pura rebeldía; además tuvo excesos, muchos, forzó su máquina y nunca le puso el cuidado necesario a esos llamados de atención que tanto su cuerpo, mente y familia le hicieron en los momentos indicados.

Ni con los 55 años cumplidos, ni con todos los triunfos obtenidos, Gustavo Adrián Cerati, se sintió cansado ni mucho menos debilitado por la vida; pues no concebía su vida en un retiro en las desérticas playas de Cabo Polonio en Uruguay; demostrando así que su gran dicotomía era frente a la aceptación del paso del tiempo y con este la invitación que le hacían de retirarse al menos por un tiempo de los escenarios. Sin embargo llegó la vida y le pasó la cuenta de cobro y lo llevó sin su aceptación a un retiro forzoso de esa vida de excesos, vida que de una u otra forma no quería abandonar.

Ahora mientras todos lo recordamos y lloramos su partida, esta leyenda del rock en español, deja de súper héroe y se convierte en eso en LEYENDA.

Gracias totales Cerati, marcaste la vida de muchos y con tus letras no invitaste a mirar a través de la persiana americana, a ocultarnos bien para desaparecer y separarnos de la especie por algo superior, solamente para aprender a decir ADIOS…

SOS Y SEGUIRÁS SIENDO UN GRANDE, TE VAMOS A EXTRAÑAR.  

martes, 6 de mayo de 2014

¿Y NOSOTROS, LAS VICTIMAS QUÉ?

Gran incertidumbre tenemos todos los colombianos frente al proceso de paz, que se adelanta en la Habana Cuba, entre miembros de Las Farc, ELN y representantes del gobierno Colombiano.
El consenso que existe actualmente, es que la mayoría de los colombianos le estamos apostando a la Paz, ya que preferimos un país en paz a uno sometido a una guerra que ya suma más de cinco décadas y un sin número de víctimas, aunque vale la pena aclarar que todos los colombianos somos víctimas del conflicto armado.
Como si se tratara de una receta que tiene mil y un consejos para prepararla, pero que se sabe bien cuál es el plato fuerte, así mismo se está cocinando la paz, sin embargo el postre es lo que nos tiene preocupados, ya que lo que se viene es un post conflicto al cual se le está apostando, pero no con los mismos ingredientes, ya que en este plato se tiene que servir con más delicadeza, pues su ingrediente principal son: LAS VICTIMAS.
Con la ley de víctimas y la aplicación de la justicia transicional, es necesario empezar a entender el dolor de quienes han sufrido de manera directa los flagelos de la guerra, sin embargo no se puede dejar de lado a quienes no son víctimas directas del conflicto, sino que son víctimas indirectas; ya que todos los colombianos somos víctimas de esta absurda guerra, que de a poco nos ha ido llenando de miedo y de odio, que es en sí lo que se tiene que acabar, para poder hablar entonces de PAZ.
Ahora bien, hay que analizar con lupa todo lo que se viene encima, pues las cantidades de verdad, justicia y reparación integral, de las cuales se beneficiaran quienes sean reconocidos como víctimas, no son pocas; por el contrario el capital monetario y humano que se tiene que invertir en esta parte del proceso es muy alto; es por ello también que fuerzas oscuras, están y estarán interesadas en intervenir de manera negativa, buscando con esto que el proceso se fracture y por ende no llegue a esa reconciliación que es a lo que ahora se le está apostando.
Al ser entonces todos víctimas del conflicto armado, bien sea de manera directa o indirecta, todos tenemos cabida dentro del mismo; es ahí entonces en donde los gritos de paz y de ¡BASTA YA!, son los que más se deben de tener en cuenta dentro del proceso.
Sin embargo, hay que entender que no todas esas voces se van a poder sentar en la mesa de negociaciones, pero vale la pena recalcar que organismos con el Ministerio de Justicia y Derecho y el Ministerio de Agricultura, a través de la Unidad de Restitución de Tierras; están cumpliendo una gran labor al representar a esas víctimas directas en el proceso; logrando así cumplir con los pilares fundamentales de la ley de 1448 de 2011 que son: VERDAD, JUSTICIA y REPARACIÓN INTEGRAL. Ya que con una víctima que se sienta bien representada dentro de este proceso, se puede inferir que el trabajo se está haciendo bien y que por ende vamos por un buen camino, por el camino que nos lleve a ese perdón que es el que más se espera con este proceso de paz.
Pero así como es importante la presencia de las victimas dentro del proceso, es igual o más importante la no re-victimización, puesto que no hay nada más doloroso que el recuerdo de un hecho atroz que acabo con la esperanza de una familia, de un pueblo entero; además hay que entender que estas personas que acuden por ayuda, una ayuda a la cual tienen derecho, son ciudadanas del común y del corriente, no son mendicantes de dádivas estatales y que por lo tanto tampoco solo son parte de las estadísticas.
El otro factor importante por el cual hay que empezarse a ocupar ahora, es sobre qué va a pasar con aquellos miembros de las fuerzas públicas que son victimarios, y con los mismos guerrilleros, cuáles serán sus castigos, pues no es para nada descabellada la propuesta del Fiscal General de la Nación, frente a la creación de tribunales especiales para el juzgamiento de este tipo de delitos, que en sí son delitos de lesa humanidad.
En este largo proceso que hasta ahora empieza y que tiene muchos matices, habrá que sanar heridas profundas y seguir mirando hacia adelante, sin olvidar a aquellos que se han ido de nuestro lado, por esta absurda guerra que de a poco nos ha ido acabando.
Mientras más voces se encuentren dentro del proceso, más diversidad habrá en los diálogos actuales y en los venideros, pues así es la única manera de diversificarlos, y de entender que Colombia es un país diverso y que por ende el conflicto se analiza de manera diferente en cada lugar del territorio colombiano.


lunes, 28 de abril de 2014

Amor en la distancia...

¿Por qué el café tiene un sabor distinto acá, donde todo me parece tan lejano, si es el mismo café que hacía mi madre?  ¿Y si de pronto, al cerrar los ojos y sentir el líquido tocar mi lengua, pudiese sentir la mano de mi madre sobre mi hombro?

El mundo tiene cientos, miles, millones de caminos que se alejan, se juntan, se separan y se pierden. Nosotros, los caminantes, pensamos siempre estar seguros del lugar al que nos dirigimos… Pero ¿Y si aquel recorrido se alarga más de lo necesario? ¿En qué momento caemos en cuenta que, en un instante impreciso, caminamos de más y no sabemos exactamente en dónde estamos? La mejor ruta para regresar es aquella que utilizamos al partir.

Amar es un riesgo, una ruleta rusa. Unas veces te salva, otras te condenan. Amar en la distancia es sentir que, en cualquier momento, debes estar preparado para un “adiós”. Ese mismo “adiós” que pronunciaron tus padres, hermanos y amigos al verte pasar la puerta y perder tu silueta en la distancia. Un “adiós” que te obliga a pensar en el presente sin soñar con el futuro.
Pero amar en la distancia es también saber que se vive una aventura sin fin, donde los amantes son dos respiros que se cruzan, se abrazan y se separan.
 - ¿Recuerdas ese café? - Sí, lo recuerdo.
 - ¿Recuerdas esa esquina? - Sí, la recuerdo.
 - ¿Recuerdas la lluvia de aquella noche? - Sí, la recuerdo y aún la siento caer.
Amar en la distancia es no olvidar nunca la esquina donde besaste aquella persona por primera vez. Nunca olvidar cómo la abrazabas para protegerla del frío y cómo ese personaje te cuidaba la fiebre en una larga noche.
Nadie está preparado para despedirse, aun cuando te esfuerces por tratar de parecer una roca impenetrable.
Amar en la distancia es comprender que esa persona llegó libre a aquel lugar recóndito y como tal debe partir. En su maleta guardará la misma ropa que ha usado durante los últimos siete años y un corazón ajeno. Un corazón que ha tomado prestado a término indefinido.
¿Por qué el café tiene un sabor tan distinto acá, donde todo me parece tan cercano, sí es el mismo café que hacía él? ¿Y si de pronto, al cerrar los ojos y sentir el líquido tocar mi lengua, pusiese sentir su cabeza recostada sobre mi hombro?

Amar no tiene un antes ni un ahora. Amar no tiene un cerca ni un lejos. Amar sólo tiene a dos miradas que por un instante se cruzaron, se abrazaron y continuaron recorriendo su camino.

Un viaje eterno

Es difícil sentarse a pensar sobre eso que solemos llamar “hogar”, sobre esa sensación de seguridad que nos brinda ese espacio físico, en el cual siempre están presentes la familia la seguridad y la calma. No necesariamente tiene que ser la casa o el departamento; sino que simplemente es eso, un lugar, en el cual nos sentimos plenamente identificados, es un lugar del cual hacemos parte.

Por decisiones o circunstancias de la vida, muchos nos hemos visto obligados a tener que dejar ese hogar, para empezar a construir otro en cualquier lugar del mundo; pero ahí surge la gran pregunta ¿Qué pasará con mi hogar cuando regrese, seguirá siendo el mismo?; es entonces cuando surge ese síndrome del viajero frecuente o el ya famoso choque cultural.
El impacto que sufre una persona cuando decide regresar a su lugar de origen, después de haber estado exiliado durante un largo tiempo; debe ser enfrentado desde la readaptación, ya que la sensación que se tiene es que no se es parte de ese lugar, ya conocido, pero que en realidad ahora es completamente desconocido, pues muchas reglas y comportamientos sociales han cambiado, razón por la cual ya no se comprenden como antes.

Durante la etapa de adaptación, es normal que los dos primeros meses sean de total novedad; pues el cerebro es como una esponja re-absorbiendo toda la nueva información. Así mismo es normal que se dé un rechazo, pues empiezan a aparecer esas horribles comparaciones entre lo que se tenía y lo que ahora no se puede tener; sin embargo, la sensación de regresión empieza a disminuir y se recuerda fuertemente la verdadera razón de ese viaje que se inició tiempo atrás y que ahora nos tiene en un nuevo lugar, es ahí en donde se empieza a sentir parte de esa nueva ciudad, de ese nuevo lugar; pues ya se disfruta de lo que a uno le gusta, ya se limita a vivir.

Cando regresamos a nuestro lugar de origen, luego de habernos adaptado a un nuevo ritmo de vida, a unas nuevas responsabilidades; nos enfrentamos a un choque cultural reverso; ya que lo que dejamos atrás cambio, ya no es lo mismo, y por obvias razones nosotros también cambiamos, entonces vemos todo con un color diferente, le damos un tinte diferente a esa nueva vida que estamos por iniciar en nuestro lugar de origen. Es en ese momento precisamente, en el que deseamos regresar a donde estábamos, pues ya somos extraños en nuestro lugar, nos sentimos como nómadas, pues creemos que no tenemos raíces en ninguna parte.

La mejor manera de afrontar esta nueva etapa, que es la de regresar al lugar de donde originariamente partimos; es siempre empezar desde cero con la mayor humildad del caso, volver a conocer nuestro lugar no es malo, por el contrario, es bueno, pues se está desde otra óptica, porque es ese proceso de reconocer lo conocido, para que de esta manera se vean nuevos matices y se aprehendan nuevas cosas.

Hay que mirar estas oportunidades, como oportunidades de crecimiento académico y personal, en la cual en ambos sentidos se aprende y aprehende desde diferentes maneras que hacen que el mundo sea pequeño para tantas historias por vivir. 

viernes, 18 de abril de 2014

Y DÓNDE ESTA LA PROTECCIÓN A LAS HERENCIAS CULTURALES


El cantautor Justo Valdés, en una carta dirigida al presidente de Colombia, el doctor Juan Manuel Santos, lamenta la falta de apoyo a la música de su tierra Palenquera.

Justo Valdés, es una de las pocas personas que posee el conocimiento sobre la música Palenquera y la champeta criolla, es un hombre que primero aprendió el lenguaje de las marimbas que el significado de las palabras y por ende la forma de las letras y sus combinaciones, pues gracias al programa “Cero analfabetismo” de la Alcaldía de la ciudad de Cartagena, Justo, el mismo personaje que en la pasada edición de los premios Shock obtuvo el galardón al Mejor Álbum de Folclore, por su trabajo de Leyendas de la música afrocolombiana, ese mismo al que Carlos Vives le rindió un homenaje con el tema la Fantástica; sí ese mismo personaje que siente que el gobierno nacional lo tiene completamente abandonado y que solo figura en las listas solo porque está de moda, se atrevió en días pasados a enviarle una carta al Presidente Juan Manuel Santos; solo con el fin de cuestionarle la falta de apoyo de su gobierno a esta pequeña industria cultural que lo único que busca es mantener viva la herencia africana en Colombia.

Con unas palabras muy escuetas pero bien dirigidas, Valdés le pregunta al presidente el verdadero porqué de la falta de reconocimiento de su arte, pues su intención es mostrarle la realidad que es poco conocida, ya que quienes se dedican a la música folclórica en Colombia, sobre todo aquella que tiene que ver con la herencia africana, se ven obligados a vender gafas, ceviches, helados, artesanías y demás productos en las playas colombianas; pues es tan poco lo que ganan como músicos, que tienen que buscar otro sustento económico y en algunos casos olvidarse hasta de sus sueños, pues por la falta de dinero sus obras musicales quedan igual que su cultura: Guardada en el anaquel del olvido.

Lo más triste es que a través del Ministerio de Cultura, que es el ente encargado de velar por los diferentes aspectos culturales de Colombia, no se ve un verdadero apoyo a la música Palenquera, la cual es considerada patrimonio histórico cultural e inmaterial de la humanidad; pues en el pasado festival de tambores de palenque, no había presupuesto para trasladar a los artistas desde la ciudad de Cartagena al municipio de Palenque de San Basilio.

Entonces es ahí en dónde surge la pregunta: ¿Dónde están los recursos que destina el gobierno colombiano para salvaguardar y proteger este tipo de festivales y muestras culturales que existen en Colombia?

Es irónico que el autor del himno de San Basilio de Palenque, no pudiera inaugurar el festival de tambores, solo porque no había presupuesto para contratarlo con sus demás compañeros musicales, así mismo es más apreciada y conocida la música Palenquera en el exterior de Colombia que dentro de sí misma, ya que ni el gobierno está interesado, es lógico que quienes no sean afrocolombianos o habitantes de la región atlántica, no conozcan ni mucho menos se imaginen que las marimbas son oriundas de el único palenque latinoamericano y que son un patrimonio cultural de la humanidad.


Ojalá y la carta de Justo Valdés le genere un gran cuestionamiento al presidente colombiano Juan Manuel Santos, y este haga las investigaciones pertinentes dentro del ministerio de cultura y así se empiecen de verdad a apreciar los verdaderos hitos culturales colombianos, antes de que estos se desaparezcan en aquel anaquel del olvido. 

ENTRE LA ORALIDAD Y LA CRÓNICA, ALLÍ NACE Y SE HACE ALBERTO SALCEDO RAMOS.

Un personaje de vieja data, pues ya tiene medio siglo encima, aun se niega a crecer y más bien prefiere seguir a la vanguardia de las nuevas tecnologías, pues la mayoría de sus seguidores se enteran primero de sus historias a través del Facebook y el Twitter; ese es Alberto Salcedo Ramos, uno de los mejores cronistas colombianos,  cuenta con más de  15 premios nacionales e internacionales.

Se considera a sí mismo como un periodista kamikaze, un periodista que no le gusta madrugar a “cogerse” el último chisme del momento, sino que por el contrario, disfruta de las lecturas hasta altas horas de la noche y de la escritura en los trasnochos. No posee contrato de exclusividad con ningún medio de comunicación, sus pesos se los gana haciendo lo que le gusta: escribiendo crónicas y dictando talleres de periodismo narrativo por todo el mundo;  él mismo dice que si se pone a trabajar en una oficina se aburre en su quehacer, entonces prefiere hacer las cosas tal y como las hace ahora, llegando siempre al lugar de la historia, al lugar de los hechos.

SU PASIÓN POR EL PERIODISMO NARRATIVO Y LA HERENCIA ORAL MÁGICA.

Su madre nunca estuvo de acuerdo con su elección profesional, pues consideraba que se iba a volver un bohemio, hippie y hasta loco, sin embargo lo dejo seguir por el camino que él había escogido desde pequeño, el camino de la narración.
Alberto creció en un pueblo que se llama San Estanislao, pero que se conoce comúnmente como el Arenal; allí en ese pueblo no hay libros y todo se maneja a través de la oralidad, la vida allí se hace en las esquinas, en donde se cruzan las frases, las palabras, los piropos, insultos y hasta las peleas. Fue allí en esas esquinas, en donde Salcedo se dio cuenta que su pasión era la de escuchar las historias y luego contarlas a través de los escritos, pues al principio soñaba con ser escritor, pero su madre le dijo que con eso se iba a morir de hambre, y no estando muy de acuerdo con el periodismo, fue ella quien le dijo que con esa profesión al menos iba a tener con que comer.

Su pasión por la escritura mágica basada en la oralidad, le sale de su sangre costeña; pues la costa caribeña cuenta con una gran tradición literaria, no en vano de esa zona provienen las mariposas amarillas y la famosa familia de José Arcadio Buendía. Alberto se crio en una casa en dónde no habían libros, sino que habían historias mágicas que solo pueden entender quienes crecen en ese entorno; gracias a esa herencia oral mágica, Alberto Salcedo Ramos, decidió irse por el camino de la crónica, todo con el fin de nunca dejar de lado la herencia oral que le dejo su abuelo como el mejor legado.

UNA CRÓNICA PARA GUARDAR Y UNA PARA NEGAR.

De las pocas crónicas que se le han quedado guardadas en el tintero, la que más le ha dolido, fue la que le tenía preparada a Pacho Galán. Un día tenían una cita, pero de pronto “Pachito” Galán se enfermó y murió, entonces la cita quedo inconclusa y la crónica en veremos; Alberto dice que le hubiese gustado encontrarse con Pacho, y que este le contara sus historias y así darle en persona las gracias por sus canciones y por su música. Pero así como le hubiese gustado escribirle algo a Pacho Galán en vida, Salcedo cuenta con una serie de personajes a los cuales no les pretende escribir ninguna frase, entre ellos está el señor Álvaro Uribe, y esto lo hace porque le produce fastidio, porque su imagen le repugna, y como para él el periodismo narrativo se construye a través de la pasión por contar una historia, personajes que le produzcan fastidio nunca serán dignos de ser narrados en una crónica “salcediana”.


EL JUNIOR, EL EQUIPO DE SUS AMORES “RIDÍCULOS”

Así como ama el periodismo, también ama el futbol, sobre todo a su equipo: El Junior de Barranquilla, ese equipo sí que le saca rabias, lágrimas y alegrías; pues el futbol es un deporte que mueve pasiones y en Alberto, sí que las mueve todas.
Salcedo reconoce que ahora el Junior es un equipo de temer, sobre todo porque tiene la fea costumbre de ganar faltando los últimos cinco minutos o de ganar a punta de “suerte”, o sea, a punta de penaltis. Alberto recuerda con alegría los partidos que escuchaba a través de la radio con narraciones de Edgar Perea y de Efraín Oñate, se imaginaba como se hacían los pases, como se vivía la fiesta dentro de la cancha del estadio de Barranquilla. Así mismo recuerda con cariño las lloradas “ridículas” que se ha metido por el equipo de sus amores, por el Junior; pues él considera que ese amor que siente por su equipo es un amor verdaderamente pasional, un amor que solo entienden los hinchas fieles, los hinchas que han visto a su equipo en la gloria y en la desgracia, y que sin embargo siguen fieles a ese sentimiento y persiguen al equipo en el lugar donde se encuentren. Actualmente Alberto vive en Bogotá y aun así acude al estadio, como una muestra de amor profundo, pues bien lo dice: “Al Junior siempre le dan en la jeta cuando juega en Bogotá, y aun así cada que puedo lo voy a ver”.


Alberto Salcedo, es un costeño de pura cepa, un costeño que lleva en la sangre el sabor caribeño, que no solo va acompañado con la gastronomía, sino que también viene con el vallenato y toda a oralidad mágica de la región; es por ello que su epitafio debe rezar lo siguiente: “estoy aquí, empezando esta historia que no podré contar.”

Ciudadanía antes que ciudad

Con este lema, el grupo urbano Medellín, pretende cambiar la percepción de la construcción de cultura ciudadana en la ciudad de la eterna primavera.

El grupo Urbano, es una organización civil sin ánimo de lucro, que surgió a través de un sueño loco de uno de sus creadores, el Dr. Sergio Roldan.
Con este nuevo concepto de construir nuevos retos ciudadanos a través de los recorridos por la ciudad, se busca analizar el impacto de las diferentes intervenciones urbanísticas que se han ido desarrollando en la ciudad de Medellín a lo largo de los últimos 20 años.
El grupo de profesionales que conforman el grupo urbano, promulgan el cambio social a través del apoyo, asesoría y consultoría en planeación, diseño, gestión y ejecución de proyectos sociales y culturales encaminados al progreso de los países y sus regiones, a través de convenios de cooperación internacional con naciones, provincias, ciudades, empresa privada y ONG’S que estén interesadas en temas urbanísticos y culturales.

Dentro de la oferta académica que maneja el grupo urbano, se encuentra el diplomado en ciudad, que busca enseñar a través de la práctica, con recorridos por las diferentes comunas de la ciudad de la eterna primavera, que mayor transformación han tenido en los últimos 10 años.
La mayoría de los asistentes a los diplomados son extranjeros, que toman esta oferta académica como una alternativa válida frente al conocimiento basado en experiencias vivas.
Urbano espera convertirse en el 2020 en un grupo líder en procesos de infraestructura ciudadana, no solo a nivel local, sino mundial.

Ahora en lo concerniente al Foro Urbano Mundial, este grupo de amantes al urbanismo y a la cultura ciudadana, en cabeza de su director Carlos Pinto, están brindando recorridos gratuitos alrededor de la ciudad, para que quienes estén de visita en la tacita de plata, no sólo se queden con lo aprendido en el foro, sino que por el contrario aprovechen su tiempo libre entre conferencia y conferencia y de paso conozcan el verdadero sabor que Medellín tiene en sus calles.

UN NOBEL PARA RECORDAR, UN ARTISTA PARA NO OLVIDAR Y UN PERFIL PARA CONMEMORAR.

GRANDE GABO, SOS Y FUISTE EL CREADOR DE LO QUE HOY SE CONOCE COMO COLOMBIA.

"Cuando terminé y bajé del escenario, la primera persona que me abrazó fue Mercedes, con una cara -yo tengo la impresión de que desde que me casé, ese es el único día en que me di cuenta que Mercedes me quería- porque me miró ¡con una cara!... Ella tenía por lo menos un año de estar llevando los recursos de la casa para que yo pudiera escribir, y el día de la lectura la expresión en su rostro me dio la gran seguridad de que el libro iba por donde tenía que ir", le comentó 'Gabo', en una entrevista, a su amiga Elena Poniatowska.

Gabo, como se le solía decir de cariño al Nobel de Literatura colombiana, Gabriel García Marqués, no era periodista de formación académica, sino que al igual que yo, era abogado. Su pasión por la lectura, la investigación y sus ganas de no tragar entero y de creer fielmente en sus sueños, lo llevaron a dedicarse de lleno al periodismo y a la escritura; sus primeros pasos los dio en El Universal de Cartagena, luego paso por los pasillos de El Heraldo de Barranquilla; para luego darse a conocer en las grandes ligas con sus crónicas en El Espectador.

SU LEGADO LITERARIO

Estando en México, en 1967, publicó la primera edición de su obra más importante: CIEN AÑOS DE SOLEDAD, edición que se terminó rápido, situación que lo llevo a considerar una reedición, pues era tal la aceptación del pelotón de fusilamiento y de las mariposas amarillas que este libro llegó a ser considerado de igual importancia que el mismo Quijote de La Mancha.

Gabo era una persona de amistades fuertes y duraderas, la más controvertida fue su amistad con el líder de la revolución cubana: el comandante Fidel Castro. Esta relación amistosa surgió gracias a una  gran confusión, así como las que se suelen presentar en el periodismo; para ese momento el boom latinoamericano ya estaba en boca de todo el mundo, entonces su amigo Apuleyo Mendoza, dejó que la firma de Gabo apareciera en una carta de protesta que se le había enviado a Castro, por la detención del poeta Heberto Padilla; sin embargo días después el mismo Gabo le reconoció a su amigo que él no hubiese querido firmar dicha carta, razón por la cual su Apuleyo corrió a desmentir su “firma” a través de una rectificación que llego a Manos del propio Fidel, quien luego de leerla, invito a Gabo a la Habana para hablar del tema y construir desde ahí su fuerte amistad.
En 1975, con el fin de dejar un lado la sombra del triunfo de Cien Años de Soledad, decide lanzar lo que la crítica ha considerado como una de sus obras icónicas, una obra de orfebrería literaria: “El Otoño del Patriarca”; esta historia no fue bien recibida por sus lectores, quienes estaban embelesados con las mariposas amarillas; sin embargo las buenas críticas que recibió la convirtieron también en un libro de obligada lectura para todos los hispanohablantes, pero esta obra no fue la considerada como la mejor para el propio Gabo, pues todo su amor y admiración se la dio a su romanticismo llevado al papel: “El Amor en los tiempos del Cólera”.

Casi 10 años después, Gabo es sorprendido con una llamada a la madrugada de aquel jueves 21 de octubre de 1982; Gabo y su esposa Mercedes, estaban metidos bajo las cobijas cuando recibieron una llamada que confirmaba los pálpitos que habían discutido la noche anterior en casa de su amigo Álvaro Mutis, pues por fin era cierto que, gracias a CIEN AÑOS DE SOLEDAD, le iba a ser otorgado el Premio Nobel de Literatura.

Los años posteriores al nobel, Gabo se dedicó no sólo a los compromisos internacionales, sino que también se dedicó a escribir y a completar su obra:
'Crónica de una muerte anunciada', a principios de los 80, 'El amor en los tiempos del cólera' (1985), 'El general en su laberinto' (1989), 'Doce cuentos peregrinos' (1992), 'Del amor y otros demonios' (1994) y 'Noticia de un secuestro' (1996), y sin dejar de lado su verdadera vocación, en 1998 Gabo adquirió la revista Colombiana Cambio., demostrando con esto que el periodismo era lo que en realidad corría por sus venas.
En el 2002, haciéndole un gran homenaje a su “santísima trinidad”, publico sus memorias en el libro 'Vivir para contarla', que el mundo lector esperaba con gran expectativa.

2007, AÑO DE HOMENAJES Y MARIPOSAS AMARILLAS

Las mariposas amarillas volaron de alegría en el 2007, año en el cual Gabo tuvo cuatro grandes celebraciones: su natalicio número 80, el aniversario número 60 de la publicación de su primer cuento, 40 años de la publicación de su obra cumbre CIEN AÑOS DE SOLEDAD y los 25 de haber recibido su más alto reconocimiento: el NOBEL DE LITERATURA.
Por eso mismo Colombia botó la casa por la ventana con un sin número de homenajes, el más importante tuvo lugar en Cartagena, en el marco del IV congreso de la Lengua Española, evento al que asistieron grandes personalidades como: Bill Clinton, los reyes de España y la Real Academia Española, quienes presentaron la edición conmemorativa de 'Cien años de soledad', con una tirada inicial de 500 mil ejemplares, lo que la equiparaba al nivel del 'Quijote'.

"Cuando le pedimos el permiso y la RAE empezó a preparar el texto, encontramos que varias ediciones de 'Cien años de soledad' tenían un texto distinto: faltaba una palabra, la puntuación era diversa, etc. Entonces, me puse en contacto con Gabo y se lo expliqué. Le dije que le iba a mandar unos grandes folios con la manera como aparecía en diferentes ediciones. Fue una tarea hermosísima. Y luego, la presentación en Cartagena fue uno de los actos más conmovedores que hemos vivido", recuerda el exdirector de la RAE Víctor García de la Concha.

''No sé a qué hora sucedió todo. Solo sé que, desde que tenía 17 años hasta la mañana de hoy, no he hecho cosa distinta que levantarme temprano todos los días y sentarme frente a un teclado para llenar una página en blanco", comentó Gabo ese día, en su discurso de agradecimiento.

Yo no era la más seguidora de Gabo, así como tampoco disfrutaba mucho de la lectura de su prosa; pero en él sí reconozco el legado cultural que le dejo no solo a Colombia, sino también a Latinoamérica. Ya que, gracias a su bien llamado realismo mágico, escritoras como Isabel Allende, Marcela Serrano y Ángela Becerra enriquecen mis lecturas y me llevan a viajar por parajes desconocidos por mis ojos, pero bien recreados en mi memoria.


Gracias Gabo por enseñarnos a amar lo que se hace y por demostrarnos que los sueños sí se pueden hacer realidad, con tal de lograr la felicidad; sos un gran ejemplo en la escritura y en el periodismo cultural colombiano.